¿Por qué
el trabajo con las comunidades es relevante para la gestión del riesgo empresarial?
La gestión del riesgo empresarial es una prioridad ineludible en la era que vivimos. Las empresas enfrentan una variedad de desafíos, desde desastres naturales hasta problemas sociales y económicos, que afectan sus operaciones. En este contexto, la relación entre las organizaciones y las comunidades locales adquiere una relevancia especial.
Trabajar estrechamente con ellas ayuda a las empresas a entender mejor el entorno en el que operan, también fortalece la resiliencia y la capacidad de respuesta ante diversas contingencias por medio de un plan de gestión de riesgos. La colaboración comunitaria se convierte en una estrategia para anticipar, mitigar y gestionar los riesgos de manera efectiva, asegurando la continuidad del negocio y la estabilidad a largo plazo.
Desde GS4, exploraremos las múltiples razones por las cuales el trabajo con las comunidades es elemental para una gestión del riesgo empresarial integral y exitosa.
1. Entendimiento profundo del entorno local
Un entendimiento profundo del entorno local es esencial para la gestión del riesgo empresarial. Las comunidades locales poseen un conocimiento único y detallado sobre su entorno, que abarca aspectos geográficos, históricos, culturales y sociales. Este conocimiento proporciona a las compañías una visión más completa y matizada de los riesgos potenciales a los que se enfrentan.
A) Geografía y medioambiente
Las comunidades locales están familiarizadas con las características geográficas de su región, como los patrones climáticos, las condiciones del suelo y la topografía. Esta información es vital para las compañías y la gestión de riesgos que buscan prevenir problemas como inundaciones, deslizamientos de tierra o sequías. Por ejemplo, una compañía minera se beneficia enormemente al comprender las fluctuaciones estacionales de agua en una región, lo que influye en sus operaciones y planificación.
B) Historia y experiencia anterior
Las comunidades han vivido en su entorno durante generaciones, acumulando experiencias y lecciones aprendidas de eventos pasados. Este conocimiento histórico es especial para anticipar problemas recurrentes y a prepararse mejor para futuros desafíos.
Por ejemplo, una comunidad que experimentó temblores ofrece información relevante sobre las zonas más seguras para construir infraestructura y cómo implementar prácticas de construcción resilientes, siendo elemental en la gestión del riesgo empresarial.
C) Cultura y dinámicas sociales
La cultura y las dinámicas sociales de una comunidad son otro elemento positivo en la gestión del riesgo. Conocer las costumbres, tradiciones y estructuras sociales permite a las compañías desarrollar estrategias de comunicación y cooperación más efectivas. Asimismo, una comprensión profunda de las dinámicas sociales facilita la identificación de posibles fuentes de conflicto y para desarrollar enfoques inclusivos y respetuosos que fomenten la colaboración y el apoyo comunitario.
D) Redes de Información y alerta temprana
Las comunidades locales a menudo tienen redes informales de comunicación que actúan como sistemas de alerta temprana. Estas redes llevan a una rápida difusión de información sobre amenazas inminentes, como desastres naturales o problemas de seguridad. Al integrarse en estas redes, las empresas reciben alertas tempranas y toman medidas preventivas con mayor celeridad, fortaleciendo su gestión del riesgo empresarial.
E) Economía local y recursos
La economía local y la disponibilidad de recursos también son factores relevantes a considerar. Las comunidades brindan conocimientos sobre la viabilidad de ciertos recursos y la sostenibilidad de prácticas económicas. Otro ejemplo es una empresa agrícola que se beneficia del conocimiento local sobre prácticas de cultivo sostenibles y la gestión de recursos hídricos, lo que mitiga el riesgo de escasez de agua y degradación del suelo.
2. Construcción de relaciones de confianza
Tener planes de gestión del riesgo empresarial que tengan foco en las comunidades, construye relaciones de confianza y cooperación. Estas relaciones son esenciales, ya que en momentos de crisis, la colaboración y el apoyo mutuo marcan la diferencia entre la resiliencia y la vulnerabilidad. La confianza facilita la comunicación abierta y honesta, lo que trae como resultado que las compañías anticipen problemas y respondan rápidamente a las emergencias.
3. Responsabilidad social y reputación
Las compañías que se comprometen con las comunidades locales demuestran su responsabilidad social. Este compromiso mejora la reputación de la marca, sumado a que es un factor crucial en la gestión del riesgo empresarial. Una buena reputación trae apoyo y recursos adicionales en tiempos de crisis y es un factor decisivo para mantener la estabilidad operativa y financiera.
4. Identificación y mitigación de conflictos
Los líderes empresariales que no consideran las necesidades y preocupaciones de las comunidades locales corren el riesgo de enfrentarse a conflictos que llegan a interrumpir sus operaciones. La participación activa con las comunidades hace que se identifiquen y aborden posibles conflictos antes de que escalen.
Esta proactividad es un pilar de la gestión del riesgo empresarial, ya que contrarresta lo que son problemas costosos y perjudiciales para la compañía.
5. Desarrollo de capacidades locales
El trabajo conjunto con las comunidades contribuye al desarrollo de capacidades locales, lo que a su vez fortalece la resiliencia tanto a la compañía como de la comunidad. La gestión de riesgos incluye invertir en programas de formación y desarrollo, aumentando la capacidad de respuesta ante riesgos de la comunidad y desarrollando un entorno más estable y sostenible para sus operaciones.
6. Alineación con normativas y expectativas globales
En un mundo cada vez más interconectado, las expectativas y normativas globales sobre responsabilidad empresarial y sostenibilidad están aumentando. Allí entra la gestión de riesgos con aquellas compañías que colaboran con las comunidades para estar mejor posicionadas y así cumplir con estas normativas y expectativas. Esta alineación reduce el riesgo de sanciones legales y reputacionales, al tiempo que incrementa la competitividad y la sostenibilidad a largo plazo.
La gestión del riesgo empresarial no constituirá una estrategia robusta de colaboración sin las comunidades. Este enfoque desarrollará en las organizaciones la mitigación de riesgos de manera más efectiva, fortalecerá la resiliencia y sostenibilidad a largo plazo.
Al trabajar con las comunidades, los líderes empresariales protegen sus intereses, contribuyen al bienestar y al desarrollo de las sociedades en las que operan, creando un entorno más seguro y próspero para todos.