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Retorno a la presencialidad: Recomendaciones para cuidar tu salud mental

Después de dos largos y duros años el mundo está volviendo a la normalidad. Pero el encierro de la cuarentena causó cambios físicos y psicológicos en muchos de nosotros. La incertidumbre del día a día llenó de estrés y provocó ansiedad en muchas personas, desde no poder sentirse seguro en la calle, ataques de pánico, y sensación de pérdida del control.

Es normal sentirse triste, estresado o ansioso. La línea se dibuja cuando estos sentimientos interfieren con tu estilo de vida y no te permiten realizar las actividades que normalmente realizabas. Por eso te brindamos herramientas y mecanismos para proteger tu mente en este contexto.

1. Presta atención a las señales físicas

La pérdida de cabello, dificultad para dormir, jalar la piel hasta lastimarse, heridas en la boca, dolores musculares, pérdida de apetito o apetito excesivo son algunas de las señales que nuestro propio cuerpo alerta sobre algo que no está funcionando bien en nuestra mente. 

2. Mantén una rutina

Darle una guía a una mente que no sabe que hacer la tranquiliza. Establece una rutina, no debe ser tan estricta. Con horarios para dormir y realizar actividades recreativas. Te liberará de mucho estrés y ansiedad y te dará el control que nos quitó la incertidumbre de la pandemia.

3. Socializa

El ser humano es un ser sociable, está en nuestra naturaleza. La pandemia causó que se perdieran lazos de amistad y se redujera el contacto humano. Esto causó un impacto psicológico masivo. No tengas miedo de hacer nuevos amigos o retomar una relación distante, todos se están esforzando en sentirse bien de nuevo.

4. Busca ayuda si es necesario

Es normal y no tiene nada de malo. Cuando sientes un malestar físico, visita a un doctor. Cuando sientes un malestar psicológico, visita a un psicólogo o psiquiatra. No es normal sentirte mal todo el tiempo y no tienes que hacerlo si buscas ayuda.





Fuente: Unicef

Es normal sentirse triste, estresado o ansioso. La línea se dibuja cuando estos sentimientos interfieren con tu estilo de vida y no te permiten realizar las actividades que normalmente realizabas.
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