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Guía para proteger tu piel en verano

El órgano más grande del cuerpo humano es la piel y es de vital importancia proporcionarle el cuidado adecuado. El verano ya está aquí y trae consigo la playa, la piscina, paseos y mucha exposición al sol. Una exposición al sol prolongada puede generar arrugas, manchas y, lo que es más grave, melanoma, un tipo de cáncer. Esto no significa que debemos evitar el sol a toda costa, por eso ponemos a tu disposición nuestra guía para proteger tu piel en verano.

1. Utiliza protector solar

Opta por un protector solar con SPF 50 o mayor todos los días, así haya mucho o poco sol. Procura por un protector solar que cree una barrera de protección contra los rayos UV (UVA+UVB) y re aplícalo cada 2 horas. Los bloqueadores resistentes al agua no son impermeables, por lo que si entras en contacto con agua re aplícalo cada 40 minutos. 

2. Mantente hidratado

La hidratación a la piel debe realizarse por fuera y por dentro. Beber 2 litros de agua al día protege tu piel de resequedad. Hidrata tu piel por fuera con crema corporal después de cada ducha, siempre que se haya tomado el sol y antes de acostarse. No olvides las zonas más secas: talones, codos y rodillas.

3. Usa ropa fresca y evita los tejidos sintéticos

El calor y el sudor puede causar irritaciones y otras reacciones en la piel, por eso siempre elige ropa que deje a tu cuerpo respirar y evita tejidos sintéticos que provoquen calor. Si tienes que exponerte al sol durante varias horas por deporte o trabajo, te recomendamos usar prendas que cubran tus extremidades y accesorios como lentes de sol y sombreros para proteger tu cara.

4. Evita el sol durante el mediodía

Si tienes la posibilidad de no exponerte al sol durante las horas en las que los rayos solares son más potentes (10:00 am a 12:00 pm), evítalo o protégete con las recomendaciones anteriores. Si te encuentras en la playa nunca olvides una sombrilla.

5. Lleva un bronceado saludable

Una piel bronceada es un estándar estético que muchas personas quieren conseguir en verano. Sin embargo, podría llegar a ser muy dañino. Evita a toda costa usar productos que no están destinados para ser bronceadores como la cerveza, el aceite o gaseosas oscuras, pues a parte de no proteger tu piel, podrían generar reacciones. Si tu objetivo es broncearte, hazlo progresivamente usando bloqueador y bronceador con protector solar. 


Recibir los rayos de sol es algo necesario para nuestro organismo y nuestra mente. El sol provee de vitamina D, que ayuda con la absorción del calcio y produce huesos más fuertes. Por lo que la idea no es evitar el sol a toda costa, sino aprender a disfrutarlo de manera saludable.

Fuente: Clínica Clemente

 
Una exposición al sol prolongada puede generar arrugas, manchas y, lo que es más grave, melanoma, un tipo de cáncer. 
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