Más de 8 millones de escolares peruanos ya han iniciado o se preparan para empezar las clases en un nuevo año de educación virtual, a causa de la pandemia traída por el Coronavirus. Muchos niños presentan dificultades para concentrarse durante las clases virtuales, les cuesta pasar mucho tiempo frente a la pantalla o hacer las tareas.
Regreso a clases: ¿Cómo ayudar a los niños con déficit de atención e hiperactividad?
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Una fracción de estos casos pueden verse relacionados a un trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), por lo que sería recomendable acudir a un especialista para un diagnóstico temprano. Sin embargo, lo más usual es que el niño o niña solo deba ejercitar su capacidad de concentración y planificar mejor su día.
Siga estos consejos si, como padre de familia, enfrenta esta situación:
1. LOGRE TIEMPOS RAZONABLES
Nadie puede permanecer completamente concentrado durante todo un día laboral o escolar. Incluso los adultos pueden concentrarse solo durante 35 a 45 minutos seguidos. Para los niños de primaria, lo normal va de 15 a 20 minutos; para los de secundaria, de 25 a 30 minutos. No exija más y sea razonable. Después de un tiempo prudencial, lo mejor es tomarse una pausa y recuperar energías.
2. ESTRUCTURE SU DÍA
No todo en la vida es estudiar y hacer tareas. Elabora un horario, de ser posible con la colaboración del estudiante, en el que se incluyan otras actividades como jugar, hacer actividad física o simplemente momentos de relajo. Especialmente con los niños más pequeños, es importante tener un horario publicado en algún lugar de la casa que muestre lo que van a hacer a lo largo del día.
3. NO A LA PROCRASTINACIÓN
Mientras más tarde en comenzar una tarea, más difícil suele ser concentrarse en ella. Esto aplica tanto a los deberes escolares como a los de la casa. Esto no significa que el niño o adolescente tenga que hacer todo a la vez. Lo mejor es dividir las tareas complejas en partes simples, para facilitar su inicio. Lo importante es comenzarla y no seguir postergándola.
4. programe una alarma
Saber que debe permanecer concentrado durante un periodo determinado de tiempo puede facilitar que los niños lo logren. Programe una alarma con el lapso de tiempo que su hijo deberá trabajar antes de tener un breve descanso para relajarse o jugar. Podrías, por ejemplo, aumentar la cantidad de tiempo paulatinamente, a medida que la concentración del pequeño mejora.
5. atento a las señales
Si estas recomendaciones no surten efecto, lo mejor es acudir a un especialista. Puede ser un pediatra o un psicólogo infantil, que determinará si el niño o niña necesita de terapia para superar sus problemas de atención.
Siga estos consejos si, como padre de familia, enfrenta esta situación:
1. LOGRE TIEMPOS RAZONABLES
Nadie puede permanecer completamente concentrado durante todo un día laboral o escolar. Incluso los adultos pueden concentrarse solo durante 35 a 45 minutos seguidos. Para los niños de primaria, lo normal va de 15 a 20 minutos; para los de secundaria, de 25 a 30 minutos. No exija más y sea razonable. Después de un tiempo prudencial, lo mejor es tomarse una pausa y recuperar energías.
2. ESTRUCTURE SU DÍA
No todo en la vida es estudiar y hacer tareas. Elabora un horario, de ser posible con la colaboración del estudiante, en el que se incluyan otras actividades como jugar, hacer actividad física o simplemente momentos de relajo. Especialmente con los niños más pequeños, es importante tener un horario publicado en algún lugar de la casa que muestre lo que van a hacer a lo largo del día.
3. NO A LA PROCRASTINACIÓN
Mientras más tarde en comenzar una tarea, más difícil suele ser concentrarse en ella. Esto aplica tanto a los deberes escolares como a los de la casa. Esto no significa que el niño o adolescente tenga que hacer todo a la vez. Lo mejor es dividir las tareas complejas en partes simples, para facilitar su inicio. Lo importante es comenzarla y no seguir postergándola.
4. programe una alarma
Saber que debe permanecer concentrado durante un periodo determinado de tiempo puede facilitar que los niños lo logren. Programe una alarma con el lapso de tiempo que su hijo deberá trabajar antes de tener un breve descanso para relajarse o jugar. Podrías, por ejemplo, aumentar la cantidad de tiempo paulatinamente, a medida que la concentración del pequeño mejora.
5. atento a las señales
Si estas recomendaciones no surten efecto, lo mejor es acudir a un especialista. Puede ser un pediatra o un psicólogo infantil, que determinará si el niño o niña necesita de terapia para superar sus problemas de atención.