La adicción a los videojuegos existe y puede causar una baja en el rendimiento académico del niño y dificultar su desarrollo social, al aislarse en una actividad solitaria por demasiado tiempo. No es cuestión de satanizar a los videojuegos o el ocio, pero sí es necesario que los padres de familia pongan reglas claras sobre su uso en casa, para no perjudicar la salud y el desarrollo de sus niños. 

Estas recomendaciones, sugeridas por especialistas en psicología infantil, pueden ser útiles para lograrlo:

Tiempo limitado

En primer lugar, sin importar la actividad, los especialistas coinciden en que los niños menores de dos años no deben pasar tiempo frente a una pantalla. A partir de esa edad -existen videojuegos dirigidos a público infantil desde los 3 años- lo mejor es limitar el tiempo de juego a 1 o 2 horas diarias como máximo.

Revise el contenido

Los niños no pueden adquirir un videojuego si sus padres no lo compran por ellos. Por eso es importante estar atentos al contenido del mismo. Los videojuegos cuentan con un sistema de calificación que detalle a partir de qué edad es recomendable jugarlo. Revíselo antes de comprarlo para tus hijos.

Permanezca atento a conductas de riesgo

Los padres deberán estar alertas cuando el niño o adolescente presente un comportamiento no adaptado a un uso correcto de los videojuegos: uso compulsivo de la consola, impulsividad, problemas de ira o abandono de otras actividades que le daban placer. En cualquiera de estos casos es recomendable conversar con él o ella y, si no se llega a una solución, buscar ayuda profesional.

Promueva el diálogo y la vida familiar

Una buena manera de asegurarse de que el niño o niña no pase demasiado tiempo jugando es crear actividades en familia. Así sea un juego de mesa tradicional, ver una película juntos o simplemente conversar, esa será una oportunidad de ampliar sus intereses y mejorar la relación familiar.

Asimismo, tome en cuenta lo siguiente:

• Use el sistema PEGI: Este código le permitirá comprar videojuegos adecuados a la edad de su hijo.
• Controle el tiempo: Los niños no deben superar las dos horas diarias conectados a un dispositivo digital (ocio).
• Juegue con ellos: Fortalezca su relación con ellos. Además cuando su hijo necesite ayuda, se la solicitará a usted.
• Controle el con quién: Si juega online, debe estar muy atento a las personas con las que se comunica. Hágale saber que no debe compartir información personal ni financiera.
• Herramientas de control parental: Supervise su actividad y controle el contenido de pago.