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La propuesta de valor como pieza clave en las empresas B2B

El concepto de "valor" o "intercambio de valor" se menciona cada vez más en las discusiones de marketing. Según la American Marketing Association, el valor se refiere a la diferencia entre los beneficios y los costos de un producto en comparación con la competencia. Una propuesta de valor B2B o dirigida a empresas está conformada por una mezcla de ofertas y experiencias transmitidas a los clientes en sus interacciones con la organización, el producto o la marca.

En pocas palabras, el producto o servicio que ofrece tu compañía es solo una herramienta. La prioridad de los potenciales clientes es el resultado que se ofrece, la respuesta a sus problemas. Una buena propuesta de valor transmite ese mensaje. Permite comunicar que tu organización o marca es diferente al resto y que puedes ayudar a alcanzar sus objetivos. Frente a ello, te compartimos unos simples pasos para crear una propuesta de valor consistente para posicionar una empresa B2B en un mercado que cada vez es más y más competitivo.

1. Define el perfil de tus clientes

Evita el error de pensar que tu mercado está dirigido para todas las personas y realiza una segmentación. Una vez que hayas definido quiénes son tus potenciales clientes, averigua cuáles son sus necesidades y sus puntos de dolor. En el sector B2B, estos segmentos de clientes y sus necesidades se denominan “perfil del cliente”.

2. Crea tu mapa de valor

Se suele confundir el valor con el precio de un producto o servicio, pero el valor va mucho más allá. El valor es lo que se obtiene a cambio de lo que se paga y está fuertemente involucrado a las necesidades del público objetivo. Además, el valor también deberá tener en cuenta los atributos tangibles e intangibles del producto o servicio y los beneficios que ofrecen.

3. Evalúa la oferta

Una vez que comprendas el valor que percibe el cliente, es momento de evaluar la oferta para entregar ese nivel de valor percibido. Además, es de suma importancia que la oferta sea innovada constantemente para mantener o elevar el valor que el cliente percibe.

4. Determina cuáles son los beneficios que prioriza tus clientes

Analiza cuáles son los beneficios que perciben los clientes que son más valorados. Esto depende exclusivamente de las experiencias de tu público objetivo y requiere un análisis de mercado. Una vez que sepas qué es lo que tus clientes valoran, dale prioridad o eleva esos beneficios. Estos beneficios se convertirán en el valor que te diferenciará de la competencia.

5. Anticípate a necesidades de tus clientes

No basta con darle al cliente justo lo que necesita ahora, pues las necesidades cambian y evolucionan dependiendo del mercado, la sociedad, la economía y hasta la situación política de un país. Por eso, siempre da el paso adelante y anticípate a las futuras necesidades de tus clientes.


Una buena propuesta de valor es la que capta la atención de tu público objetivo pues apunta directamente a cubrir sus necesidades y a aliviar sus puntos de dolor. Esto solo se logra conociendo a tu cliente a profundidad y prestando atención a sus necesidades. Despierta la curiosidad de los potenciales clientes, muestrales lo que puedes hacer por ellos y así creaste una oportunidad de negocio.



Fuente: Esan Bussiness, We get it
 
Una buena propuesta de valor transmite ese mensaje. Permite comunicar que tu organización o marca es diferente al resto y que puedes ayudar a alcanzar sus objetivos.
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